Paso 1: Suaviza tu piel con agua tibia después de la ducha. No utilices aceites o jabones, solo agua.
Paso 2: Humedece el guante con agua tibia o fría.
Paso 3: Pruébalo en una parte primero. Inserta la mano dentro del guante, con movimientos circulares, exfolia una sección de la piel y avanza cubriendo todo el cuerpo, utiliza la presión según tu tipo de piel (todas las pieles son diferentes). Evita frotar muy fuerte para no irritar la piel.
Paso 4: Después de usar tu guante exfoliador. Utiliza una crema de cuerpo o aceite corporal favorito para humectar e hidratar la piel.